Semana Santa del 2008

Querida niña: estamos en plena Semana Santa y, como lo adelantaba el año pasado, ésta iba a ser especial.

Estás tú, preciosa...cada día más preciosa, por cierto.

El mundo sigue loco, Allegra. El dolar sigue cayendo, el petróleo, subiendo y ahora nos dicen que la crisis -que empezó siendo exclusivamente inmobiliaria y americana- ahora, tiene visos de transformarse en total y mundial.

Aquí estamos a 30 días de las elecciones generales. En casi todas partes hubo, hay o habrá elecciones este año: en España, el PSOE de ZP está haciedo el "bis".

Mientras todo gira a nuestro alrededor, tú creces y te desarrollas de manera estupenda. Palabras como "agú" o "megú" forman parte de tu vocabulario cotidiano; te chupas los dedos del pie; intentas gatear desenfrenadamente; sonríes a todos y a todo; juegas en el baño; bebes leche con pasión y nos das ese respiro de aire fresco que los adultos necesitamos.

Eres el angelito más lindo que Dios nos haya podido enviar, con esos ojitos azules, esa boquita perfecta y esa naricita respingada...y esa piel perfecta que tanta gente alaba!!!!

Allegra querida: qué puedo escribirte hoy que vaya a interesarte mañana? Que te quiero, que te lo digo cada día y cada noche, que me encantas cuando giras en la cama e intentas gatear, que me gustan tus cantitos y tu vocecita finita y que al cerrar los ojos, veo tu carita de porcelana y me pone feliz, muy feliz.

Qué distinta y qué distante me parece esta Semana a todas las de mi vida!!!! Cómo ha cambiado todo, Allegra!!!!

Qué estaré escribiéndote la próxima Semana Santa, cuando ya tengas un año???? Qué harás en ese entonces???

Año académico

Allegrita: como cada año, el mes de marzo implica volver a la rutina académica. Es el mes en el que, finalmente, la mente acepta que las vacaciones terminaron y que debemos volver a la realidad.

Me verás poco por casa...como te vengo diciendo, las cosas son así porque tú mereces tener de todo y tu mamita te lo va a dar y, para eso, tu mamita tiene que pasar largas horas fuera de casa.

No te imaginas cuánto me cuesta dejarte, muñeca preciosa! Antes, estar fuera de casa no representaba para mí más que una pequeña preocupación porque la Poroto se quedaba solita pero, ahora, ahora, AHORA!...ahora, mi niña, no quiero salir de casa y, cuando estoy fuera, lo único que quiero hacer es regresar.

Tu carita y tu sonrisa me hacen sonreir y sentir excelentemente bien, como nunca antes.

Y tú, angelita, preciosa niña, sigue sonriendo a tu mamita, no dejes nunca de hacerlo que, cuando lo haces, el año académico que hoy me pone triste, parecerá más llevadero.