Lejos de nuestro hogar
Llevamos varios días alejadas de nuestro hogar, del lugar donde somos felices y donde nuestros problemas se solucionan con amor, paciencia y respeto. Vimos la partida del 2008 y el nacimiento del 2009 en estas tierras catalanas y seguimos aquí, mientras que el resto de Europa sufre fríos intensos, falta de gas, crisis económica y una profunda angustia moral fruto de años de materialismo a ultranza.
No hay gas? Pues, que se vengan a Paraguay! No hay petróleo? Pues, que se vengan a Paraguay!...ja ja ja ja. Parece un chiste, ya lo sé y yo una ilusa al creer que si todo esto llegara a ser cierto voy a seguir formando parte de proyecto. Los peces grandes se comen a los pequeños, es algo natural.
Sin embargo, a nosotros tres nos unen lazos más fuertes que el petróleo, el frío, el gas, la crisis o la desesperanza y por eso debemos dar gracias.
Estamos bien, somos jóvenes todavía, estamos sanos y nos queremos. Estamos tan unidos que aunque no nos veamos, sabemos qué hace el otro.
Esta es tu familia, Allegra y acá te desarrollarás bien, estoy segura de ello.
Nuestro hogar es un templo de amor y ahora, que estamos lejos de él, lo extraño más que nunca. Quisiera creer que no es solo lo material lo que extraño, que es el sentido de llamar "hogar" a algo y de sentir al "hogar" en el corazón, supongo que es así, que extraño el sentimiento de pertenencia que me da estar en mi casa con mi hijita, mi perra y mi esposo, en el lugar donde soy feliz con ellos, donde todos somos felices y donde gritamos, comemos, vemos tele, jugamos, dormimos, leemos, estudiamos, trabajamos, nos bañamos y nos besamos hasta desfallecer.
Es ese el "hogar" que extraño, el hogar del alma, el hogar donde el alma vive plenamente, tu hogar Allegra.
No hay gas? Pues, que se vengan a Paraguay! No hay petróleo? Pues, que se vengan a Paraguay!...ja ja ja ja. Parece un chiste, ya lo sé y yo una ilusa al creer que si todo esto llegara a ser cierto voy a seguir formando parte de proyecto. Los peces grandes se comen a los pequeños, es algo natural.
Sin embargo, a nosotros tres nos unen lazos más fuertes que el petróleo, el frío, el gas, la crisis o la desesperanza y por eso debemos dar gracias.
Estamos bien, somos jóvenes todavía, estamos sanos y nos queremos. Estamos tan unidos que aunque no nos veamos, sabemos qué hace el otro.
Esta es tu familia, Allegra y acá te desarrollarás bien, estoy segura de ello.
Nuestro hogar es un templo de amor y ahora, que estamos lejos de él, lo extraño más que nunca. Quisiera creer que no es solo lo material lo que extraño, que es el sentido de llamar "hogar" a algo y de sentir al "hogar" en el corazón, supongo que es así, que extraño el sentimiento de pertenencia que me da estar en mi casa con mi hijita, mi perra y mi esposo, en el lugar donde soy feliz con ellos, donde todos somos felices y donde gritamos, comemos, vemos tele, jugamos, dormimos, leemos, estudiamos, trabajamos, nos bañamos y nos besamos hasta desfallecer.
Es ese el "hogar" que extraño, el hogar del alma, el hogar donde el alma vive plenamente, tu hogar Allegra.
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