Crisis de confianza

Allegra querida: mientras tú creces en tu mundo perfecto de bebé, el mundo que nos rodea se cae a pedazos porque la naturaleza está herida de muerte, los valores dejaron de existir y la economía hace agua por todas partes.

Este año que se termina fue el año de la durísima crisis económica que, si bien es cierto se trató de una crisis norteamericana, actualmente, todo el planeta está padeciendo.

La crisis de los "subprimes". La crisis inmobiliaria americana. Muchos la comparan con la crisis de 1929, otros, dicen que está siendo peor.

Europa recibió el coletazo y América del Sur, en menor escala, también.

Despidos masivos, bancos que se cierran, bolsas que caen pero, sobre todas las cosas: desconfianza, por eso, esta crisis ha sido llamada también: "crisis de confianza".

La confianza económica dejó de existir. Es un reflejo de lo que sucede en todos los ámbitos, princesa. Nadie confía en nadie. De entrada, tenemos que pensar que la otra persona es mala, así, quizás acertemos.

Yo no puedo cambiar ésto. Las cosas son así, Allegra.

Lo que sí puedo y quiero hacer es ofrecerte mi vida, mi espíritu, mi mente y mi corazón y pedirte que, en este mundo maldito, lleno de odio y resentimiento, confíes en mí. No quiero ni puedo defraudarte y todo lo que tengo y soy, es para tí, todo a tu disposición.

En un mar de desconfianza, piensa, querida hijita que tu mamá es una islita donde podrás refugiarte en las buenas y en las malas y que si te ayuda en algo, te daría un brazo, una pierna, un riñón, un corazón y hasta su propia vida porque, de qué le sirve a tu mamita vivir sin tí? Eso no es vida, eso es estar muerta en un mundo muerto.