La alegría contagiosa de Allegra.

Niña mía: tienes la sonrisa a flor de piel. Llevas contigo toda la alegría de quien se sabe inmensamente querido y protegido y esa alegría se la contagias a todas las personas que se cruzan en tu camino.

Cuánto me gustaría que tu sonrisita inocente, cargada de ternura y simplicidad, llegue a tantos niños que sufren cosas terribles en el mundo!

Eres un pequeño sol que ilumina nuestras vidas y que nos impulsas a todo. Angelita, has dado una nueva perspectiva a nuestras vidas, te lo aseguro.

Tu nombre lo llevas merecidamente: Allegra. Tú eres alegre, eres inocente, eres sincera y esas cualidades deben ser preservadas...de eso tengo que encargarme yo, preciosa.

Me encantaría que tocaras corazones a medida que vayas creciendo y que todo quien te conozca, antes de decir: "Qué linda niña!" o "Qué inteligente!", diga: "Allegra me ha cambiado la vida, me ha dado un poco de su alegría infinita". Eso me encantaría, Allegra.