Sentimientos encontrados
Allegra querida: algún día, cuando sepas leer y entender lo que leas, te enseñaré este blog en el que voy escribiendo los sentimientos profesionales y personales que rodean mi entorno y que, de manera directa o indirecta, te afectan.
Por eso, querida niña, con el corazón en la mano, como siempre, escribo estas líneas que espero sepan hacerte entender lo que tu mamita sentía cada día a tu lado, cuando tú no la podías entender.
Las vacaciones se terminan. Los invitados se van y, con su partida, una mezcla de alegría y pena que no terminan de alinearse.
Nuestras vidas, poco a poco van tomando el ritmo que las moverá a lo largo del 2008 y se van definiendo roles, funciones, tareas y compromisos.
A tí te cuidarán todo el día, princesita. A tí te mirarán y atenderán porque tu mamita paga por ello, así como paga lo que te alimenta, lo que te viste, lo que te hace estar limpita, lo que te cubre por la noche.
Darte cosas cuesta mucho. No creas que tu mamita lo tiene fácil! Hacer cuadrar las cuentas a fin de mes es tarea complicada para las personas que, como yo, no tenemos más apoyo que nosotros mismos y que no importamos a nadie (o, por lo menos, no importamos en la medida que creemos que deberíamos importar).
Si no me ves, si no estoy a tu lado, si otras personas te hacen más cosas que las que te hago yo, Allegra querida, es porque yo estoy trabajando para que tu vida transcurra entre almohadones, de la mejor manera que pueda.
No es un reproche, angelita. Es la verdad. Tú no pediste venir, yo te traje al mundo. Tú no pides que se te quiera...SE TE QUIERE PORQUE ERES IRRESISTIBLE y, con el amor, vienen las preocupaciones y las angustias.
Así como a nuestros invitados a quiénes quiero y odio al mismo tiempo, contigo estoy feliz y angustiada sin que entre esos dos sentimientos medie décima de segundo...por qué? Porque el amor es así: absoluto y responsable. Quien ama, se preocupa...sentimientos encontrados en una simbiosis irrefutable.
Tu vida hace que mi vida valga la pena y tu bienestar, princesa, es lo único por lo que vale la pena desangrarse.
Por eso, querida niña, con el corazón en la mano, como siempre, escribo estas líneas que espero sepan hacerte entender lo que tu mamita sentía cada día a tu lado, cuando tú no la podías entender.
Las vacaciones se terminan. Los invitados se van y, con su partida, una mezcla de alegría y pena que no terminan de alinearse.
Nuestras vidas, poco a poco van tomando el ritmo que las moverá a lo largo del 2008 y se van definiendo roles, funciones, tareas y compromisos.
A tí te cuidarán todo el día, princesita. A tí te mirarán y atenderán porque tu mamita paga por ello, así como paga lo que te alimenta, lo que te viste, lo que te hace estar limpita, lo que te cubre por la noche.
Darte cosas cuesta mucho. No creas que tu mamita lo tiene fácil! Hacer cuadrar las cuentas a fin de mes es tarea complicada para las personas que, como yo, no tenemos más apoyo que nosotros mismos y que no importamos a nadie (o, por lo menos, no importamos en la medida que creemos que deberíamos importar).
Si no me ves, si no estoy a tu lado, si otras personas te hacen más cosas que las que te hago yo, Allegra querida, es porque yo estoy trabajando para que tu vida transcurra entre almohadones, de la mejor manera que pueda.
No es un reproche, angelita. Es la verdad. Tú no pediste venir, yo te traje al mundo. Tú no pides que se te quiera...SE TE QUIERE PORQUE ERES IRRESISTIBLE y, con el amor, vienen las preocupaciones y las angustias.
Así como a nuestros invitados a quiénes quiero y odio al mismo tiempo, contigo estoy feliz y angustiada sin que entre esos dos sentimientos medie décima de segundo...por qué? Porque el amor es así: absoluto y responsable. Quien ama, se preocupa...sentimientos encontrados en una simbiosis irrefutable.
Tu vida hace que mi vida valga la pena y tu bienestar, princesa, es lo único por lo que vale la pena desangrarse.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home