Dame música y te diré quién eres...

A pocos metros de nuestra casa, querida Allegra, se encuentra un lugar que, hasta hace poco, sirvió como hipódromo y que, en la actualidad tiene otros usos: uno de ellos -y quizás el más pernicioso- es el de servir de sede a un encuentro multitudinario de rock que se celebra cada año y que reúne a unas 80,000 personas, aproximadamente. Mucha gente, no?

Pero, qué clase de música se escucha en ese concierto? Actúan grupos conocidos? Son canciones famosas?

Nada de eso. Los grupos son de la peor categoría que existe; todo lo que hacen es gritar y hacer ruido -porque, ese intento de heavy que prentenden tocar no es heavy metal, para tocar rock pesado...you´ve got to know what you´re talking about; la gente cambia dos tapas de cerveza por la entrada al concierto y, francamente, Allegra preciosa, no podemos calificar de "concierto" a todo lo que hace ruido.

Normas municipales violadas: polución ambiental en zonas urbanas; basura en la vía pública; entorpecimiento del tráfico y, para empeorar las cosas, lo que se entorpece es la entrada a una carretera internacional.

Normas jurídicas violadas: menores + alcohol; comercio informal.

A qué apunta todo ésto? A vender cerveza, a alienarse con ruido basura y a crear una juventud más perdida que la que tenemos.

Allegra, te aseguro que lo haré, no sé cómo pero lo haré: a tí te mantendré alejada de todo ésto, aunque el epicentro de la locura esté a 500 metros de casa.