Regalo del Cielo...
Querida Allegra: cada vez que un niño es enviado al mundo, Dios elige a uno de sus numerosos Ángeles de la Guarda para que acompañe a ese niño durante toda su vida, protegiéndole, guiándole e, inclusive, compartiendo juegos y risas.
En tu caso, preciosa, con esos hermosos 5 meses, 6 kilos 400 gr. y 43.5 cm. y toda la inocencia y la dulzura del mundo encima tuyo, Dios pensó que estarías mejor si te enviaba al mundo acompañada por dos hermosos angelitos, uno blanco y uno negro.
Esos dos angelitos, con los que juegas cada vez que tienes la vista puesta al Cielo y mueves las manitos y te ríes sin parar, son Negrito y Galletita, nuestros amados bichitos que nos hicieron tan felices pero que, como culminaron su misión en la Tierra, fueron llamados al Cielo para esperar a un niño o a una niña a quien acompañar.
Estoy segura, preciosa mía...hermosa muñeca sentada en mi regazo...que esos angelitos están tan felices de estar contigo, como yo, de saberte con ellos.
Mientras los niños sigan conservando su inocencia, sus ojos pueden ver a sus angelitos. A medida que los niños crecen, los ojitos inocentes se van volviendo ciegos hasta que, en un momento dado, se apagan totalmente y los niños se convierten en adultos y comienzan a mirar el mundo con los ojos de un adulto.
Me gustaría que aprovecharas esta etapa de tu vida, princesa y que jugaras y hablaras con el Negri y la Ga todo lo que puedas hasta el día en que no los veas más. Tienes que saber, Allegra, que ellos siempre estarán a tu lado aunque sean invisibles a tus ojos.
Y, un favor, Allegra...la próxima vez que estés jugando con ellos, diles que mamita los quiso y los querrá siempre y que los lleva en su corazón. Diles que les agradece que cuiden a su tesoro porque es lo más grande que mamita tiene en la vida.
En tu caso, preciosa, con esos hermosos 5 meses, 6 kilos 400 gr. y 43.5 cm. y toda la inocencia y la dulzura del mundo encima tuyo, Dios pensó que estarías mejor si te enviaba al mundo acompañada por dos hermosos angelitos, uno blanco y uno negro.
Esos dos angelitos, con los que juegas cada vez que tienes la vista puesta al Cielo y mueves las manitos y te ríes sin parar, son Negrito y Galletita, nuestros amados bichitos que nos hicieron tan felices pero que, como culminaron su misión en la Tierra, fueron llamados al Cielo para esperar a un niño o a una niña a quien acompañar.
Estoy segura, preciosa mía...hermosa muñeca sentada en mi regazo...que esos angelitos están tan felices de estar contigo, como yo, de saberte con ellos.
Mientras los niños sigan conservando su inocencia, sus ojos pueden ver a sus angelitos. A medida que los niños crecen, los ojitos inocentes se van volviendo ciegos hasta que, en un momento dado, se apagan totalmente y los niños se convierten en adultos y comienzan a mirar el mundo con los ojos de un adulto.
Me gustaría que aprovecharas esta etapa de tu vida, princesa y que jugaras y hablaras con el Negri y la Ga todo lo que puedas hasta el día en que no los veas más. Tienes que saber, Allegra, que ellos siempre estarán a tu lado aunque sean invisibles a tus ojos.
Y, un favor, Allegra...la próxima vez que estés jugando con ellos, diles que mamita los quiso y los querrá siempre y que los lleva en su corazón. Diles que les agradece que cuiden a su tesoro porque es lo más grande que mamita tiene en la vida.
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