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Lugar: Asuncion, Paraguay

sábado, agosto 19, 2006

Cosas bonitas

Tener cosas bonitas es bueno, Allegra. Tener una casa bonita o un coche bonito, tener muebles bonitos, tener una tele bonita o una computadora bonita hace que te sientas en paz contigo y con la vida.

Sin embargo, querida Allegra, las cosas se terminan, se vuelven viejas y tienes que deshacerte de ellas.

Para que tu alegría y tus ganas de comerte al mundo no terminen jamás, debes tratar de que tu felicidad no dependa de estas cosas bonitas que nos gustan a todos.

Es fácil decirlo, lo sé, pero no creas que es difícil lograrlo. El justo equilibrio entre lo humano y lo trascedental se logra cuando aparece "esa" persona en nuestras vidas que lo cambia todo y por la que cruzas océanos, derribas barreras culturales y te esfuerzas cada día como si fuera el último de tu vida.

A veces, son las "autopistas de la información" las que te acercan a "esa" persona, a esa única persona que fue puesta en este mundo para ser nuestro perfecto "match".

No te desanimes Allegra si no la encuentras pronto pero tampoco creas que es la primera persona a la que conoces; usa la cabeza y nunca estarás triste. No creas aquello de que la cabeza tiene que ceder ante el corazón; eso es mentira, Allegra querida.

La cabeza y el corazón trabajan en conjunto, te aseguro y, si por si acaso se diera algún desequilibrio, prefiere seguir a lo que la cabeza te diga.

Hazme caso, niña querida y ten por seguro que tu vida estará plenamente llena de cosas bonitas, de cosas que harán que aunque el mundo se derrumbe a tu lado, tú des cada paso sobre un colchón de rosas.